PERDER LA MADUREZ URBANA

El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.

Proverbio chino

26 agosto 2020

Eduardo Villagómez

@Clis7enes

2020 debe pasar a la historia como el año que no existió. Debiera borrarse como año maldito, herético, cuando el hombre perdió lo que lo distingue de otros seres que habitan la Tierra: compartir el espacio público. Quebró su industria y extravió la sensatez: la civilización recula cada vez que desaparece cierta “madurez urbana”, esa memoria de cómo organizar el estado, esa capacidad para proveer, amparar y, sobre todo, proteger. Del espectral virus que no sabemos cuándo atacará ni dónde. De la tentacular corrupción que estrangula. De cómo detenerla, cómo dejar de ser el pueblo corrupto que elige a sus iguales, interroga la esfinge estas elecciones.

En el lecho de muerte del mayor conquistador de occidente, al que no refrenó la geografía sino la concupiscencia de sus estrategos ávidos en disfrutar las riquezas acumuladas, fue preguntado Alejandro quién debía ser el sucesor del imperio forjado por su espada: “El más fuerte”, respondió. No el más inteligente, el más culto o de antecedentes democráticos, inconcebible en el déspota macedónico acostumbrado a convertir caprichos en ley.

Hombres de acción, en lenguaje contemporáneo. Febres Cordero, Bucaram, Correa o Gutiérrez llegaron al solio amparados del apotegma maldito. Francotiradores que a su turno socavaron el vuelo institucional del país y tuvieron la complicidad culposa de una sociedad urgida, complaciente de la corrosiva cadena de perjuicios irrogados al estado entre cienos de malversación, sobreprecios y monipodio. ¿El pueblo es tonto y reincidente? Al efecto, lo somos todos; las urnas nos igualan en el desatino. Ergo, algo dejamos de hacer por emerger de la vorágine que repite, ad nauseam, la sofocante rutina.

Lutero y Erasmo- lahora.gt
FOTO: Lutero y Erasmo; lahora.gt 

Si preguntásemos los contrapuntos que distanciaron a Lutero y Erasmo, podrá parecer culteranismo acendrado. No obstante, los creyentes esgrimen temas de fe oscilantes entre el libre albedrío y el determinismo, entre la interpretación individual y canónica de los libros sagrados, entre la negación y santificación sacramental, entre ser salvos por la fe o por las obras, sin reparo coherente del credo que dicen sostener. Si trasponemos al ejercicio político ocurre igual.

Son pilares de la democracia liberal, entre otros, la libertad irrestricta de prensa, la división de poderes, la independencia de las funciones del estado, la igualdad ante la ley, la sujeción al derecho y, por excelencia, la representatividad. Sin embargo, es habitual elegir a quienes sostienen lo opuesto, que Consultas Populares pronuncien multitudinarias aprobaciones sustitutivas del derecho o supriman autonomías. En los anales de la Patria permanecerá el baldón de haber otorgado a un palurdo como Correa “mandar mano” a la justicia. Se entregó a un ladrón de altares la honra y honor de las familias.

Nunca congreso de la república fue más abyecto como al conceder amnistía a Lucio Gutiérrez y sus pretorianos ignorantones. En democracias agredidas, aventuras de ese jaez conllevan prisión perpetua para los rapaces arribistas que las acometen. Véase en España las condenas a los Armada, Tejero y Milán del Bosch; duélase de la implosión venezolana. Si corrimos otra suerte, la ruleta trocó las tornas años después evidenciando que en manos de la fortuna navega la nación mas no en la construcción y el esfuerzo cotidiano de sus tribunos.        

¡Santa indignación porque el CNE anuncia la asignación presupuestaria para la campaña electoral! Buenos ciudadanos emprenden la cruzada porque se nieguen esos fondos mientras no se satisfagan los sueldos atrasados de los médicos. Plausible celo por el bienestar de aquellos que hacen la primera línea frente a calamidad, pero: ¿advierten el retroceso a campañas autofinanciadas? ¿Tienen consciencia de someterla a la plutocracia? Terciarían Lasso y Noboa por su patrimonio, y el correismo con sus recursos mal habidos. El derecho de todo ciudadano a optar por un cargo de elección pública se limitaría a minúsculos clanes de poder: Atamaint está cumpliendo su deber.

Democracia no es panacea. No cuestiones personales ni estéticas, menos científicas, dirime el voto: las políticas sí. Si la falacia asume a todos los agentes sociales inteligenciados en ella, los políticos desvergonzados embaucan al elector en procura de sus agendas ideológicas. Terrenos donde no existe cultura sino información; de allí que promover dichas agendas priorice la propaganda antes que el debate. Ese el espacio donde los Arroces Verdes no escatimaron en usar recursos públicos y privilegiaron dineros malhadados, transformados en jugosas ganancias.

La civilización evoluciona. Primitivas culturas ajusticiaban a los hacedores de lluvias una vez sus ensalmos fracasaban. En el mundo moderno, reencarnan en ellos mismos,  arte de palingenesia política, y retornan con su discurso melifluo a solicitar el voto al amparo de la desesperanza. Cerrar el paso al robo, los favores concedidos con el dinero ajeno y los perjuicios que como sociedad condenan a las generaciones vivas y venideras es un acto consciente que construye justicia.

Mientras no sean pocos que claman por delincuentes históricos, tipo Pinochet, que provocan a las FF.AA para que asuman el estado, con oportunistas dispuestos al sacrificio, o evoquen el retorno de los taumaturgos, el Ecuador seguirá votando por hacedores de humo que prometen lluvias. La democracia requiere cierto purismo hamletiano: es o no es.

Los personajes que la han malversado están ahí, reconocerlos no es difícil.

4 comentarios en “PERDER LA MADUREZ URBANA

  1. Como nos tienes acostumbrados, comentarios punzantes,lastimosamente ciertos, pero muy bien expuestos…este es nuestro país y nuestra gente: al observar el prepadrón electoral es como estar viendo la lista de los más buscados y talvéz no hay honrosas excepciones.

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  2. Situaciones muy adversas, con cielos obscuramente brumosos y una brújula descompuesta, es lo que posee nuestro querido país. Sobre esta incertidumbre brillan falsos faros que prometen mejores días.
    Todos nos podemos equivocar al momento de elegir, pero es nuestro deber y derecho. Como se indica en el comentario anterior, la próxima papeleta electoral parece el boletín de la PJ; que pobreza de proyectos de prospectos…. sencillamente: qué pena.
    Y que pena da ver lo pobre y absurdo del mensaje: «Vota por cualquiera, pero para asambleista nacional, de puro HP, vota por …..», por ejemplo. Sencillamente, tenemos gente que se aprovecha de que en Ecuador hay ausencia de líderes, cuya principal estrategia es el asalto a las arcas fiscales; coloquialmente conocida como «viveza criolla», cubierta por el triste comentario «robó, pero hizo obra». Pero también tenemos del otro tipo de personas, que a fuerza de tesón y trabajo han sabido forjar su reputación y buen nombre, pero que lamentablemente son críticos de sí y dicen: «no estoy preparado para eso», sin pensar que la escoria política está menos preparada. Es por aquello que en algún espacio estuve mentalmente emulando a Diógenes, tratando de encontrar a alguien que con convencimiento de servicio pueda sacar a flote, o por lo menos disminuir el lastre que tiene inmersa a la nave de nuestra patria.
    En fin, perdonen por aburriles con este mi soliloquio.

    Te felicito Eduardo, por tu publicación que tiene plena vigencia y actualidad.
    Francisco.

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