SIN MARGEN DE ERROR

Id a buscar un carruaje, y dejad que el carruaje sea buscado,

y dejad que el hombre que lo busque sea el buscador;

y mientras lo busca, dejad que no busque nada más,

pero rápido, un carruaje, un carruaje por los dioses, rápido, un carruaje.

CHRONONONTONTHOLOGOS

Eduardo Villagómez

@clis7enes

23 febrero 2021

Hubo transcurrido un mes desde que dimitió en carta pública. El texto, con fecha 21 de agosto, aduce abnegación truculenta para disfrazar el insostenible repudio de un gobierno náufrago de su incapacidad: “…pido humildemente… que me liberen de la carga y acepten mi alejamiento del gobierno…” Por la tarde se dispara el dispositivo de los sindicatos controlados que aposentan la fuerza de choque en la plaza y arrancan la retractación: “Voy a retirar la nota que he presentado…”. Aferrado al poder con mano de trapecista, invoca la conciliación y reinaugura el reparto de favores. Pero Córdoba se subleva. Los combates frente a las tropas leales al régimen enseñorean a los opositores; otras guarniciones se suman a la disidencia. Todo termina con el mismo tono plañidero: “Pese a mi espíritu combativo, … mi amor por el pueblo me aconseja la renuncia personal”. Por la ruta del Paraguay, con escala en Caracas que recalará finalmente en Madrid, parte Juan Domingo Perón a un extrañamiento prolongado.

Ha liquidado en nueve años la segunda mayor reserva monetaria del mundo. En lugar de financiar el desarrollo, ha aventurado empresas de dudosa tecnología; ha nacionalizado servicios básicos pagando varias veces su cotización de mercado; los déficits acumulados de todas ellas, administradas por sus áulicos, se han cargado al presupuesto del estado. Entre 1943-1955 el gasto público en términos reales se quintuplicó y el costo de vida experimentó un alza superior al 500%. La inflación, desconocida antes de su primer mandato, estalla. Las bóvedas del Banco Central, otrora un laberinto donde no hay lugar para desplazarse debido al oro acumulado (dicho en sus palabras) lucen escuálidas. La deuda pública se multiplicó por diez; ante el dispendio que volatiliza las divisas contrae empréstitos con el FMI.

La “Revolución libertadora” que le depone se muestra irresoluta y vacilante. Tutelada por las FF.AA. pasa la posta del mando sin consolidar un proyecto viable, sucumbiendo ante las demandas obreras, la inestabilidad social y el desequilibrio fiscal.

La Argentina ha claudicado en desatar el nudo gordiano del peronismo. Resignada, convive con su ulcerante pústula hace 75 años.

A primera vista, el radicalismo o las terceras vías fracasaron a la hora de enrumbar la economía. Prebisch recetó el estructuralismo, pero la política económica, ahíta en el ajuste y los equilibrios, será siempre insuficiente ante las acuciantes exigencias: el precio político de priorizar el control del gasto desemboca en las anchas avenidas de la protesta.

Perón embarca hacia el exilio: 21 septiembre 1955¹

Viene a colación a raíz de la batalla desatada por la eventual acción que deberá implementar Fiscalía en el caso de los computadores del abatido guerrillero Andrés Vanegas, alias Uriel. Supuestas revelaciones vincularían ese grupo subversivo con la campaña correista, a la cual habría entregado aportes en numerario. Frente a la acción inmediata de la vindicta pública, los involucrados proclaman su inocencia y descalifican a su principal.

La Dra. Diana Salazar fue nombrada con el favor de Moreno; su evaluación en cuanto a conocimientos de ciencia legal, inferior a la de otros postulantes, equivale a un demérito para su final entronización. Si bien cierne sobre ella la cómplice reciprocidad, su accionar frente a la institución marca un “después” frente a los titulares del primer correato que fueron, lejos de persecutores, jocundos comensales de los delincuentes. Urticante presencia la de Salazar para el correismo; a sus pesquisas se atribuyen su indeclinable descrédito.

Perseguir atañe a la Fiscalía y Salazar ha perseguido. Es su deber continuar haciéndolo. Con ahínco; con perseverancia. Pero sobre todo con verdad; así lo exige un país.

Sería inadmisible el eventual arribo a Carondelet de quien tuviera compromisos no deseados. Cuando los indicios de 2008 por los videos de Raúl Reyes, el Ministerio Público alcahueteó; cuando sobrevino la saga corruptora de Odebrecht, autora del mismo delito, también. Pagos a cuenta de las “sobradas calificaciones”, fraguadas en la componenda distintiva del correismo.

Estrella declinante de la rapacidad y el contubernio, no ha perdido vigencia porque su segunda versión embretó la represión, pero se mostró torpe en construir los espacios de contención social. Al estilo Krushov, cantó la palinodia del déspota, pero no enterró su memoria. Inventarió la ringlera de fechorías, expedientes con nombres y fraudes contra la hacienda pública, pero a la hora de concretar soluciones, salió huero. Señaló las quiebras de Tame, Medios Públicos, El Aromo, etc., hoyos negros del dinero de los contribuyentes, pero en lugar del resarcimiento lógico, procedió con la incuria de la chatarra.

Ese lumpen político, aferrado a la ilusoria revolución, seducido por la quimera de sus inmediateces, puede no comprender la lucha de clases ni los procesos que requiere una sociedad del bienestar pero, al hablar de justicia social, sabe lo que tiene hoy: nadie puede quitárselo. 

Fiscales Generales de Ecuador y Colombia³

Salazar no puede equivocarse. Desplazar al campo político el caso Uriel es operación de suyo delicada. Puede ser lápida o peana donde erija victimizarse su testaferro político², urgido del rédito electoral.

Necesario, insuficiente para extinguirlo, el logro requiere un liderato capaz de ofrecer la promesa del horizonte, a condición de saber, sin demagogia, sembrar el camino con el esfuerzo y la solidaridad de los sembradores.

1https://laststandonzombieisland.files.wordpress.com/2016/01/al-exilio-perc3b3n-se-refugic3b3-en-una-cac3b1onera-de-la-armada-paraguaya.jpg

²https://elpais.com/opinion/2021-02-13/testaferros-politicos.html

Testaferros políticos; Moisés Naim

³Infobae

Puntuación: 1 de 5.