UN MAR DE MENTIRAS

No vemos las cosas tal cual son; las vemos tal cual somos

Anais Nin

Hace algunas entregas, con el propósito de alertar sobre los espejismos de lo cotidiano, protestamos de la indigna posibilidad de ser conducidos como rebaño al matadero pero, más que nada, de que sea esta elección definida en las redes sociales. Los dos candidatos finalistas no han renunciado a esas armas por utilitarismo o por el evitar el costo político de renunciar a convertir sus electores en ovejuna cáfila, valoración permitida entre la panoplia de armas ilegítimas que permitan el triunfo, valor supremo al que se puede sacrificar la dignidad ciudadana. Río del candidato cuyo valor mayor dijo ser esa misma.  

Las redes son el espacio donde excretar pasiones y exacerbar los egos. Donde se combate por afincar los pendones de la mentira al mejor de los estilos del fascismo y el estalinismo. Hay quien las encuentra comparables a la pornografía¹ en tanto siegan la expresión fértil y extinguen el deseo fecundo pues, instrumentos de comunicación, han devenido en templos del solipsismo, ergástulas donde florece un extraño narciso que se alimenta de oírse a sí mismo.

Eco y Narciso- William Waterhouse- The Walker Art Gallery- Liverpool historia-arte.com

Desde el bando del correato, los estrategas que patentaron la calumnia hasta fugar, creen de la mayor importancia cañonear el campo contrario con la especie de la colaboración de su oponente con el débil y desprestigiado morenismo. Para la metralla, echan mano de las veces en que la bancada de Lasso sumó sus votos al oficialismo, así como al soporte que recibió la exministra Romo de parte de los líderes de CREO. Como cierre del discurso, su candidato afirmó durante el debate que habían “comprado” a Lenin. Para quién aspira a la presidencia de un país, una acusación semejante, de no ser comprobable, atenta con el primer precepto de quien ejerce una magistratura: la prudencia. Más que desconocerla, parece ignorarla con la arrogancia que acredita la hueste de que proviene. Luego de lanzada la piedra, como un cobarde, esconde la mano que debiera aportar los valores y documentos de la transacción de que se ha hecho eco ante la opinión; tampoco parece la responsabilidad un atributo que pueda exponer este individuo.

Reflexione, quien recoge estas letras, en el gobierno de un imprudente e irresponsable, con las consecuencias para la seguridad personal y la honra de los ciudadanos. 

Por el otro lado, se repite, ad nauseam, la vinculación del correísmo, ya sea con el comunismo y sus corrientes afines, como con el terrorismo y el narcotráfico. Los señalamientos no traspasan la bravata barriobajera de circunstanciales encuentros del oponente con los caudillos del socialismo del siglo XXI, abismal diferencia con beneficiarse de una actividad execrable.

¡Favor le hacen al correísmo mereciéndole el membrete socialista o comunista! Ese movimiento, incapaz de asumirse partido ideológico, mantuvo patrones de burdo reparto, más ajustado al capitalismo de favores que al de un socialismo moderno como los europeos de Uruguay o Chile. Ha sido juzgado y sentenciado por fraude, peculado, concusión; nunca por beneficiarse del narcotráfico, menos por haberlo patrocinado desde el estado. Una mentira que se cae sola. El meollo ideológico funcionó como excusa; aun así, están garantizados por la constitución de pensar como se les cante, es su derecho.    

Al uso de la derecha política que los vincula sin aportar pruebas, se multiplican las veces que procedieron así para encubrir sus delitos. Basta concurrir a una librería para documentar el bullado caso Irán-Contras, cuando Reagan trianguló recursos legitimados por el congreso norteamericano para combatir al Irán, que fueron desviados hacia la contra insurgencia de Nicaragua. O acercarnos a Mario Vargas Llosa en su aclamada novela “Tiempos recios”, para asquearnos de quienes falsean la historia, justifican invasiones o sustentan excusas sobre la sangre de vidas ajenas.

Persiste la distorsión en una campaña dirimida en redes sociales. Cuestionamos los medios al exigir de ellos más discusión; que sean el espacio donde tenga valimiento contrastar los discursos en búsqueda de la verdad; aun defectuosamente, cumplen ese precepto.

El primer correato se distinguió por la homologación: el déspota descalificaba objetores, dando con ello por acabados los reclamos públicos, rematándolos con sus recursos propagandísticos. A esta versión corresponden las redes. En ellas desaparece la discusión de ideas, imponiéndose la adhesión; se secundariza el argumento, priorizando al mensajero. Las mensajerías, dizque sustitutas del periodismo, lo fuesen si, sometidas a escrutinio, cada usuario asumiera la sistemática constatación de fuentes y contrastara la información: ilusorio.

Como el mito de Narciso, con Eco repitiendo mentiras, el usuario se apertrecha en estas rábidas que repiten la tonada por él programada. El teclado insulta o, más gentilmente, bloquea a quien tiene otra verdad que compartir. Aun cuando en la vida moderna avancemos en el respeto al diferente, por otras razas y religiones, o la ley sancione acuerdos como norma de convivencia, usa las redes como el retrete donde el voluntarismo evacúa sus inmundicias.

La palabra se afecta de un gangrenoso mal llamado “pensamiento desiderativo”: pensar que todo sucede conforme a mis deseos. Se ofende con la contradicción, tiende a victimizarse. Y, cuando poderoso, el narciso digital llega a amenazar incluso la vida del interlocutor cuya validez desconoce. Tenemos muy presentes los casos de Crudo Ecuador y @cacosta1962 perseguidos por Correa, entre muchos.    

Las redes y la pornografía, dice de Prada en el artículo que citamos, son métodos de control social, sucedáneos de la capacidad de comunicarse y amar. Agreguemos que conculcan la obligación de discernir la verdad de la que no lo es.

¹Libertad tuitera; Juan Manuel de Prada; https://www.xlsemanal.com/firmas/20210201/libertad-tuitera-juan-manuel-prada.html

3 comentarios en “UN MAR DE MENTIRAS

  1. Hola querido amigo:
    Muy ciertas tus palabras. Vivimos un momento en que las redes sociales han tomado un protagonismo que llega al punto de lo peligroso.
    Solamente y como observación en el afán de que tus observaciones sean totalmente objetivas, te sugiero hurgar un poco para que puedas comprobar que esa imprudencia e irresponsabilidad que mencionas, la comparten los dos candidatos.
    De ningún modo quiero justificar la pésima actuación de Arauz, pero tampoco tengo por que ocultar la pésima actuación de Lasso.
    En el enlace que pongo a continuación, puedes ver que Facebook tuvo que intervenir para cerrar cuentas que se estaban usando para difamar a Arauz. ( OJO. No lo digo yo. Me remito a exponer un documento del EL COMERCIO )https://www.elcomercio.com/actualidad/facebook-instagram-cuentas-interferencia-informe.html

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    • Gracias por tu aporte, muy significativo.
      Quise particularizar dos casos por la natural extensión del blog. Si lo logré, enhorabuena; caso contrario, mil disculpas con todos quienes asoman su curiosa mirada por este modesto rincón.
      Mucho se impugna las redes, y todavía es poco. La prensa debe recuperar este espacio cedido a la tecnología.

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      • El papel de la Prensa es muy importante en la sociedad, pero lamentablemente han abusado al punto en que el consumidor ya perdió confianza y eso lo ha llevado a buscar otras opciones de comunicación.
        Personalmente no creo que la información sea un tesoro de unos pocos “iluminados” como Carlos Ochoa, Jaime Bayly, Roberto Bonafón, solo por mencionar unos poquitos y eso sin hablar de la prensa de farándula. La gente tiene el derecho de expresarse en otros medios y cada uno sabrá evaluar lo que consume.
        Nos quejamos de que los gobiernos paternalistas y por otro lado aceptamos que la Prensa si lo sea? Que sean ellos los únicos que informen?..

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